Le seguimos haciendo seguimiento...

Estás en una reunión de coordinación, un poco aburrida, a 10 000 kilómetros del blog, por cierto completamente abandonado por más de un año, qué pena. Y de repente, de la nada, escuchas algo y piensas “esto va pa’ el blog”, como en los viejos tiempos de Baturrico. ¡Dicho y hecho! Del dicho al hecho no hubo trecho como en otras ocasiones. La persona que pronunció estas palabras no sospecha ni un segundo ser la inspiradora de un blog. No es una burla ni mucho menos. Se impone como una evidencia que esto tenía que ir pa’ el blog; ¡es material demasiado bueno para ser desperdiciado! El “le seguimos haciendo seguimiento” servirá más adelante para recordar una etapa, un momento, un estado anímico. El blog es útil para esto. Los posts capturan muy bien las sensaciones de un momento y los comentarios permiten volver a encontrarte cibernéticamente con algunas personas. Diría que es más útil para la autora que para los lectores que no abundan en este momento. Esta notita para contar que el blog se resiste a morir y tiene la ambición de volver con fuerza.