De Cabo Haitiano a La Paz
Del Caribe a los Andes, de Haití a Bolivia, de Cabo Haitiano a La Paz… Finalmente. Después de haber hablado peste de Haití y deseado estar en Bolivia, estoy en La Paz donde se respira un aire de cambio. Hace 11 meses cuando me fui a Haití, me convencí que el camino a Bolivia pasaba por la isla. Un poco tortuoso el itinerario pero la lógica del mundillo de la cooperación es insondable. Es difícil imaginar mayor contraste en las Américas. Mi mente sigue à cheval entre los dos lugares. De hecho imposible realizar una transición limpia. Dejé Haití hace unos 15 días y echo de menos a mézanmi, la complicidad que nos unía en un lugar que nos parecía inhóspito, el kompa del sábado por la noche en la Kay, la Prestige en el bar del Montjoli, las mañanas en el jardín de la Résidence Pauline frente a la Bahía de Cabo Haitiano, una de las vistas más lindas de Haití y del Caribe, por qué no? Me dejo invadir por una nostalgia (innecesaria, diría Manuel) tal vez más capoise que haitiana… Siento que me han retirado brutalmente a las personas para quienes las vicisitudes de los últimos meses tenían algún sentido. Me di cuenta que el kompa no suena igual en la casa que en la Kay... Trato de pensar en las cosas de Haití que NO echo de menos: un agente cívico reclamando su sueldo, el zumbido de los generadores, el fondo electoral de UNDP asignado al departamento del Norte, los hoyos gigantes que cubren la calzada de Cabo Haitiano y se multiplicaron con la llegada de la temporada lluviosa, la locura de los días que precedieron las elecciones del 7 de febrero…
La nostalgia capoise no es incompatible con la alegría de estar en La Paz en este momento tan especial. Esta ciudad me genera una sensación de bienestar como pocos lugares en este pinche planeta. Salir a la calle y caminar entre los Paceños me hacen feliz.
Ahora tengo un dilema: seguir o no seguir con este blog y su título. Fue creado en un momento/contexto bien especial. En apariencia, Pinche País no encaja con Bolivia. Herminio sugería substituirlo por Bolivia, Mon Amour! Creo que por el momento optaré por seguir con Pinche País. Veamos cómo me trata Bolivia… Además le agarré cariño a este blog. Siempre confié en la sutileza y la versatilidad del idioma mexicano!
La nostalgia capoise no es incompatible con la alegría de estar en La Paz en este momento tan especial. Esta ciudad me genera una sensación de bienestar como pocos lugares en este pinche planeta. Salir a la calle y caminar entre los Paceños me hacen feliz.
Ahora tengo un dilema: seguir o no seguir con este blog y su título. Fue creado en un momento/contexto bien especial. En apariencia, Pinche País no encaja con Bolivia. Herminio sugería substituirlo por Bolivia, Mon Amour! Creo que por el momento optaré por seguir con Pinche País. Veamos cómo me trata Bolivia… Además le agarré cariño a este blog. Siempre confié en la sutileza y la versatilidad del idioma mexicano!
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