La columna 'Porvenir'

Contarles que he estado unos días en Pando, un departamento del norte de Bolivia, en plena región amazónica, frontera con el Estado de Acre en Brasil, acompañando la asamblea constituyente que ha iniciado una gira por el país con el objetivo de recoger propuestas (un día les explicaré con más detalles en qué consiste la recolección de propuestas). De la capital de Pando, Cobija, nada muy rescatable. Un pueblucho horroroso, caluroso, lleno de mosquitos y otros bichos portadores de malaria, dengue y fiebre amarilla. Y pensar que en Oruro y Santa Cruz, sí he rescatado algunas cositas. Bueno, pensándolo bien, de Cobija rescataría Brasilea, el pueblo ubicado del lado brasileño. No estaba nada mal para un pueblito fronterizo. La feijoada, el acento brasileño, las palmeras de las calles centrales... Hasta se veía Cobija más linda desde la ribera brasileña del Acre. La única carretera asfaltada de Pando (unos 30 kilómetros) conduce a Porvenir, un pueblito a orillas del río Tahuamanu. Uno se siente bien lejos de La Paz y Sucre en Porvenir; son los confines de Bolivia. Como indica el letrero ubicado a la entrada está a unos 1460 kilometres de La Paz, por unos caminos que prefiero no recorrer. Porvenir nació a inicio del siglo 20 para frenar el avance de las tropas brasileñas en territorio boliviano. En Porvenir, se instaló una columna militar y se detuvo la ofensiva brasileña pero el tratado de paz firmado unos meses más tarde previo la entrega de 191 000 km2 de territorio a Brasil. Lamentablemente... Lindo es, el pueblito de Porvenir, con sus casas sobre palafitos, los barquitos de madera y el verde intenso de cualquier pedazo de vegetación.