Tapitas, más tapitas…

Llevo más de un mes de dieta manoise. Va más o menos así: un día espagueti aceitoso, al día siguiente arroz con lentejas, esto sí está rico, después vienen las papas al estilo Kevin (papas con aceite, tomate y huevos), vuelven los espaguetis esta vez con atún, una salida a Danané y aprovecho para comer un Tchêp senegalés en el Calao, un maquis local, en la noche harta de tanto arroz, un aguacate y piña cortada, llega el fin de semana y aparecen las berenjenas con couscous.... Acompañado por el cubito maggi que le da a todo el mismo sabor. El nivel de la botella de aceite baja rápidamente, comprobado por un método científico, una rayita para marcar el nivel del aceite en la noche pero no lo recomiendo porque es bastante deprimente. Al final uno come para alimentarse y todo le sabe igual. De vez en cuando una escapada a Abidjan para saborear un rico poisson braisé. Pero, para levantar el ánimo y aguantar hasta el próximo ORB, uno necesita recordar las ricas tapitas de Sevilla. A menos de un mes de las vacaciones de agosto ha sido el propósito de este post...