Saturday, March 29, 2008

Ajustes y desajustes

En algunas misiones de paz, existe el ORB. ORB quiere decir Ocasional Recreational Break. Son cinco días de vacaciones que te regalan para desestresarte fuera de las vacaciones normales. Cada ocho semanas (56 días prefiere contar Reda), te puedes ir 15 días, mas si pillas un feriado. Tienes 4 semanas para tomar el ORB pero no les voy a aburrir con “tecnicalidades”, el punto es que cada dos meses, si te las arreglas bien, te puedes ir 15 días para desconectar completamente, el propósito del ORB pero también su inconveniente. Cuando estás por irte, estás contenta, todo sale bien, tienes energía para salir al terreno, el prefecto te recibe y te cuenta un montón de cosas, te preocupas por la cobertura territorial de las audiences, estás a gusto con el trabajo. Te vas y los dos primeros días estás pendiente de la oficina, del proceso político, de cómo se van cumpliendo los acuerdos de paz de Ouagadougou, de las pelotudeces que dicen el uno y el otro. Miras tu webmail… Sin que te des cuenta, estas inquietudes marfileñas desaparecen de tu horizonte y empiezas a preocuparte por temas más frívolos. ¿Qué voy a desayunar hoy, churros o tostadas con aceite y tomate? ¿Si me como una tapita ahora, tendré apetito al medio día? ¿A finales de la tarde, quiero un cafecito o una cerveza? ¿Qué tapitas voy a engullir esta noche? ¿Al llegar a Francia, quiero una blanquette de veau o un couscous? Preocupaciones bastante básicas y muy alimentarias, hay que admitir. A los tres días, ni te acuerdas de Costa de Marfil. Has desconectado, misión cumplida, pero también te has desajustado y es un lío cuando vuelves. El taxista te pilla desajustada y desprevenida y te cobra un platal para llevarte al hotel. Resignación. Es el precio que hay que pagar cuando vuelves a África, continente donde los taxistas no están empanados e intentan reducir el desequilibrio Norte Sur. El lugar es familiar, sabes lo qué tienes que hacer, donde están las cosas pero no tienes ganas. Necesitas ajustarte de nuevo y toma su tiempito. Es más difícil cuando llegas y no hay agua en la casa, tienes que rellenar bidones en la base, hace un calor de mil pelotas, aparece una serpiente verde en las plantas del patio, el dólar ha bajado 30 francos CFA... Ajustes y desajustes. Costes y beneficios del ORB pero, no se vayan a confundir, no renunciaría por nada al ORB y la oportunidad que me dio de cruzarme con el pastor de Jimena de la Frontera, ir de tapeo en Sevilla, comer huevos con papa y chorizo en Grazalema, ver penitontos en la Línea de la Concepción, permanecer varios minutos debajo del chorro de agua caliente de la ducha de baño recien renovado, amanecer con nieve en Lus la Croix Haute…

Wednesday, March 12, 2008

Côte d´Ivoire, six mois après


La Côte d´Ivoire vient de fêter le premier anniversaire de l´Accord Politique de Ouagadougou ; séminaire à la primature, émissions spéciales, les succès et atermoiements de l´APO ont été passés en revue. Plus modestement, je fête mes premiers six mois en Côte d´Ivoire. C´est l´heure des premiers bilans, des premières évaluations. Une première constatation : mon regard a changé. J´ai la sensation d´avoir passé le cap de l´étrangeté, même si avec la Côte d´Ivoire, copier coller oblige, l´étrangeté n´est jamais totale. Et le « familier » intrigue parfois plus que l´insolite. Mélange d´étrange et de familier depuis le premier jour. Abidjan me parait maintenant franchement familière, je me débrouille plutôt bien pour aller de la Zone 4 à Sebroko, le Plateau, Cocody, Deux Plateaux et l´autoroute direction Yamoussoukro. Pour le reste, c´est encore assez approximatif. Mais j´ai intériorisé le paysage urbain abidjanais, avec son lot de vendeurs ambulants, la tête chargée de fruits tropicaux, de maquis aux marmites fumantes et de centres commerciaux affichant les enseignes occidentales les plus connues. Je jette un regard apaisé sur la ville, même si Man continue de m´apparaitre assez chaotique parfois, un désordre qui défie toute logique urbaine à certaines heures de la journée, particulièrement avant la pluie. Gbagbo, Ouattara, Bédié et d´autres personnages plus locaux font partie de mes conversations quotidiennes. Mon premier geste du matin consiste à syntoniser ONUCI FM ou Man FM. J´ai pris la mesure du Franc CFA, je crois savoir quand le café coûte trop cher. Les barrages, c´est presque normal, un petit signe de la main et hop on passe. Le « Ça va aller, on est ensemble » me fait toujours sourire mais fait aussi partie de mon vocabulaire. Bref, la Côte d´Ivoire est entrée dans ma vie, pour y rester. Une certaine familiarité s´est installée, avec la sensation que tout reste à apprendre, qu´ici débute une série de leçons ouest-africaines.