Saturday, December 23, 2006

Varada en la nación camba

Es la segunda vez que me pasa. Hace dos años, en mi primer viaje a Bolivia, aterricé primero en Santa Cruz de la Sierra, la capital del Oriente boliviano, y pensé: esto, ¿qué es? Il y a erreur sur la marchandise! En La Paz, me contaron un poco de la diversidad regional boliviana y de las pretensiones del Oriente boliviano, que algunos celebran como la nación camba. A la vuelta nos quedamos varadas tres días en Santa Cruz porque el aeropuerto de Caracas estaba cerrado. Aprovechamos para explorar un poco pero me fui sin nostalgia. Nunca he venido a Santa Cruz porque quería, siempre por una conferencia, para tomar algún vuelo. Esta vez, igual, tuve que esperar el vuelo a Santiago. También aproveché para explorar en estos tiempos post-cabildos y de efervescencia autonómica. La verdad es que me ha hecho más gracia ahora y me pasa un poco lo de Oruro: volvería a Santa Cruz. Los dejo con algunas fotos para que puedan apreciar el modo de vida camba y el ambiente autonómico; les contaré más del Oriente más adelante, por ahora corro para confirmar la salida de mi vuelo a Santiago. ¡Feliz Navidad a todos!

Friday, December 22, 2006

Bloggeando

Baturrico decía: "la producción de posts es proporcional al aburrimiento en el puesto de trabajo". Cuando más aburrido en el trabajo, más actualiza uno el blog! El mes de noviembre ha sido el más productivo de mi vida de blogger. ¿Estaría muy aburrida con la Asamblea Constituyente? ¿Con Sucre? ¿Bloggear se habrá convertido en huevear? En realidad, no creo. Sí, estuve un poco aburrida con la pinche constituyente durante un tiempo. Pero he recobrado el interés a pesar de las dificultades que persisten. Y además me di cuenta que los primeros meses en Bolivia descuidé el blog y fue un desperdicio de material interesante. Ahora cualquier detallito de mi vida sucrense y boliviana me inspira. Tengo que admitir que hay abundancia de material para el blog en esta revolución democrática y cultural... Además el blog me permite estar en contacto con mézami. Javier ha retomado el blog, Angela ha hecho un intento tímido para retomarlo, Natalia y Javi siguen firmes. Trato de promover el hábito blogger con mis amigos sucrenses... El que realmente no tiene remedio es Guillaume... Por ahora me voy para Chile, que, al parecer, también será fuente de inspiración para este blog!

Tuesday, December 19, 2006

¡Jallalla Bolivia!


En tiempos de revolución indígena, Jallalla Bolivia es el grito que concluye las concentraciones del gobierno y de los movimientos sociales. Quiero decir algo como ‘viva’ y tiene variantes: Jallalla Asamblea Constituyente, Jallalla Ciudad de El Alto, Jallalla nacionalización de los hidrocarburos etc. Lo escuché por primera vez en el discurso de cierre de campaña del Evo hace un año, en la Plaza Villaroel. Como estoy pasando por un momento de nacionalismo boliviano agudo ahora también yo uso el Jallalla Bolivia. Lo que me faltaba en mi estadía boliviana… El fin de semana pasado, en la Isla del Sol, en pleno Lago Titicaca, varias veces me entraron las ganas de declamar el Jallalla Bolivia, de tan lindo que es este lugar. Hay que admitir que se presta para el Jallalla Bolivia: según la mitología indígena quechuaymara, de la Isla del Sol salió el primer inca Manco Capac para fundar el Cuzco y el imperio inca, el famoso Tawantinsuyo. Los muchachos habían decidido despedirse de Bolivia en la Isla del Sol, bien lejos de Sucre. Llegamos a la punta norte de la isla al pueblito de Chayapampa y de ahí caminamos hasta las ruinas de Chinkana. Un paseo maravilloso, a orillas del lago, entre los cultivos en terrazas, subiendo lomitas y descubriendo nuevas vistas al lago, a la luz del atardecer, para llegar al laberinto del inca y meditar un ratito. El momento mágico de la Isla del Sol.

Monday, December 18, 2006

A un año del 18 – D

Hace un año me pasaba el día en la provincia de Inquisivi, departamento de La Paz, de pueblito en pueblito, para observar las elecciones generales del 18 de diciembre. El gobierno de Evo Morales ha decidido no celebrar el triunfo electoral de hace un año debido a la situación difícil que vive el país. El viernes pasado se realizaron cabildos en Santa Cruz, Tarija, Trinidad y Cobija para pedir los famosos 2/3 y la profundización de las autonomías departamentales, prometiendo el desacato a la nueva constitución si no se respetan estas exigencias y generando miedo al separatismo. Pero yo quiero recordar el 18 – D. Tiene mucho que ver con mi presencia en Bolivia, así que se merece un lugarcito en este blog. Ciertamente une élection pas comme les autres. Mucha participación y efervescencia en Licomapampa, el pueblito donde asistí al conteo. Como que algo especial se estaba gestando y los lugareños lo sabían. Un ambiente realmente lindo para un día electoral. Las jornadas electorales ahora se me hacen un poco cuesta arriba, aburridas, pero el 18 – D lo disfruté a full, conversando con los notarios electorales, los votantes, la señorita de la Corte Electoral, los caciques del pueblo... La noche electoral también la disfruté, viendo tele en la casa de la pareja de ancianos que me habían ofrecido alojamiento, escuchándolos despotricar contra la Reforma Agraria del 53 y lo que se les venía encima con el Evo en el poder. ¡Y afuera los masistas celebrando con canciones revolucionarias! La primera vez, con el sistema político vigente, que un candidato presidencial en Bolivia obtenía la mayoría absoluta de los votos en primera vuelta y la selección del presidente no se decidía en el Congreso Nacional. Hace unos días pasé por la galería de retratos presidenciales de la Casa de la Libertad en Sucre y me llamó la atención la notita debajo del retrato de Evo Morales: “electo por voto popular”. Todos los retratos presidenciales, de Jaime Paz Zamora, Gonzalo Sánchez de Lozada, Jorge Quiroga dicen algo como “elección congresal” o “sucesión presidencial”. Para tomar conciencia de la dimensión del 18 – D... Los amigos entenderán, tuve que postergar el post sobre la Isla del Sol pero me pareció importante rendir homenaje al 18 – D.

Thursday, December 07, 2006

4000 metros sobre el nivel del mar


Potosí, 4000 metros sobre el nivel del mar, una de las ciudades más altas del mundo. Unas fuentes hablan de 4060 metros, otras de 4090 metros, la enciclopedia Wikepedia de 3967 metros. Pero no vamos a discutir, en Potosí hay muchas lomitas, por lo que decidí redondear en 4000 metros. Lo cierto es que la altura en Potosí se nota y tuve que renunciar al ritmo de caminata parisino que mantengo en Sucre a pesar de los 2700 metros. Como Oruro, Potosí es una ciudad de origen minero. Llegó a ser una de las ciudades más pobladas de América durante la colonia cuando los españoles descubrieron las vetas de plata más importantes del mundo en el Cerro Rico. El Cerro Rico es la montaña que se divisa en el fondo de la foto; de ahí los españoles sacaron abundantes riquezas. La actividad minera se ha mantenido hasta hoy en día. El pobre Cerro Rico debe de estar perforado por tantas galerías que uno se pregunta como sigue de pie. Sin tomar en cuenta los múltiples dinamitazos que habrá aguantado... 500 años de saqueo, dicen los potosinos. A diferencia de Oruro, Potosí es una ciudad muy linda, la Villa Imperial le dicen los bolivianos. Cualquier detalle es un encanto: los balcones de madera (que le gustaron al Javi), las fachadas imponentes, las iglesias coloridas, las tiendas con su estilo anticuado, el cielo azul intenso, el frío seco… Uno se cansa rápido a 4000 metros sobre el nivel del mar y es recomendable hacer una pausa en el mercado central, en la sección de desayunos y meriendas donde trabaja Angélica, una viejita potosina simpatiquísima. La quise invitar a la audiencia pública de los constituyentes de Potosí (objeto de mi visita a la Villa Imperial) pero lo más sencillamente del mundo me dijo “estas cosas yo no las entiendo” y hablamos de otras cosas: cómo se prepara el café destilado, cómo Rene Joaquino, el alcalde, ha mejorado la ciudad, los horarios de trabajo de Angélica, de 7h a 11h para el desayuno y de las 17h a las 19h para la merienda (la verdad no está mal), cómo se dice tal cosa en quechua... Tomando café con leche acompañado de tostadas con mermelada de durazno.

Friday, December 01, 2006

¿No ve?


Seguramente el título de esta entrada no les dirá nada a los que no han estado en Bolivia. El “¿no ve?” aparece a menudo en las conversaciones bolivianas y me ha llamado suficientemente la atención para titular así un post dedicado a las peculiaridades del habla boliviana. ¿Cómo se usa el “no ve”? Pues, en medio de una tertulia es frecuente que el boliviano le pregunte a su interlocutor, “¿no ve?” para asegurarse que está entendiendo, aunque no se espera respuesta, prosiguiendo con su discurso. Entre lo más extraño del habla boliviana está el uso del “pero” en medio o al final de la frase. Un ejemplo: había pedido pero la palabra. O ¿han acabado pero? Extraño, ¿no? Otra costumbre extraña consiste en colocar el verbo al final de la frase. Los bolivianos dirán “bonito es, pues” en vez de decir “es bonito”. Entre las peculiaridades del habla boliviana está también el uso del futuro en vez del imperativo. En vez de decir, “crucemos la calle”, el boliviano dirá “cruzaremos”. Y si le agregas un “pues” o un “nomás” al final, suena más boliviano aun! Otra cosa que te llama rápido la atención en Bolivia es la cantidad de diminutivos. ¡Todo es pequeño en Bolivia! Por ejemplo, cuando entras a una farmacia y dices que quieres una crema (mejor sería decir una cremita, claro), te preguntan ¿cualcita quieres? Tú puedes contestar “estita, por favor” o “estita sería”. En las charlas académicas, un concepto es un conceptito. Para señalar que un lugar queda muy cerca, le dicen a uno “está aquicito nomás”. Estas son las formas gramaticales bolivianas más comunes. Ahora, las palabras típicamente bolivianas. ¡Numerosas, son! En el repertorio del vocabulario boliviano, no puede faltar el “lamentablemente”. Sin ser exclusivamente boliviano, el lamentarse es muy boliviano. Los bolivianos (quienes, por cierto, son todos hermanos porque así se llaman entre ellos) siempre se están lamentando de algo, especialmente en los debates constituyentes. Lamentablemente esto, lamentablemente lo otro. En el mercado, las vendedoras me llaman “caserita”, lo cual me cae mejor que “mamita” que sinceramente detesto (me gustaba más el “chérie” haitiano o el “amor” nicaragüense). En Bolivia, una “flota” es un autobús, “estar de chaqui” es estar con resaca, ser “jailón” es ser de la alta sociedad, ser “pequebu” es ser pequeño burgués, algo “chuto” es algo falso, una “cholita” es una señorita indígena… Hay mucho más, seguiré prestando oídos en las conversaciones bolivianas. Una última expresión que no puedo dejar de mencionar aquí es “ser de pollera”. Ser de pollera es llevar la vestimenta indígena típica y por ende ser indígena. Lo opuesto a ser de vestido o ser de pantalones. Me entra una duda ahora si ser de pollera es necesariamente ser chola o cholita. ¿Habrá alguna diferencia, algún matiz sociocultural? Investigaremos, pues, con algún constituyente sociólogo o antropólogo y les aclararé el asuntito prontito, ¡hermanos!